SOBRE EDUCACIÓN

ESTADO DE MALESTAR (Francisco Bernete)
Un artículo sobre educación me manda hacer el presidente y en mi vida me he visto tan desbordado por los datos que reflejan el estado de malestar del sistema educativo en su conjunto.

Francisco Bernete
Antes que el Gobierno Central, algunas Comunidades Autónomas como la nuestra, comenzaron la operación de acoso y derribo de la enseñanza pública, la única que integra a todos, sin distinciones prejuiciosas. Se vapulea desde hace casi un año un andamiaje montado con el esfuerzo de muchas personas en muchas horas de trabajo. Se hace entrando a saco con restricciones presupuestarias y reducción del número de profesores, entre otros cambios que no son pactados, ni siquiera discutidos y mucho menos explicados. Producen vergüenza ajena los intentos de hacernos creer que perder derechos (pues no es otra cosa el alejamiento de la educación de calidad para todos), o empeorar condiciones de trabajo servirá para mejorar no se sabe qué, ni cómo, ni cuándo.

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En la Comunidad de Madrid sólo han mejorado las partidas de ayudas a la enseñanza privada, la que sí hace distinciones prejuiciosas por el origen de los estudiantes, la que hace negocio con la educación, a sabiendas de que se trata de una necesidad básica de toda persona para llegar a ejercer como ciudadano.
 
No sólo no se pactaron, ni se discutieron, ni se explicaron los hachazos, sino que cuando se balbucearon falacias explicativas, fueron bochornosas. Para muchos ciudadanos, en general, y docentes en particular, fueron irrespetuosas e irritantes las informaciones que negaban los recortes, los despidos de profesores o el aumento de horas lectivas, con el argumento de que los profesionales de la enseñanza trabajan 18 horas a la semana.
 
Indignados ante tales argumentos y tal falta de diálogo con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, los actores del sistema educativo echaron en falta el apoyo de un Ministro, Ángel Gabilondo, ciertamente serio y respetuoso,  pero invisible cuando más se necesitaba su liderazgo político en el área de su competencia. Desde que hay nuevo Gobierno, el enfermo sistema educativo no ha hecho más experimentar nuevos vapuleos. De estar encabezado por un Ministro que apenas aparecía ha pasado a estarlo por un obsesionado por aparecer diariamente al precio de incrementar el desasosiego de la comunidad que debía representar y hacer valer en sociedad. Es una especie de Rey Midas a la inversa, pues todo lo que toca lo desluce haciendo gala de incompetencia: mete la pata con el dopaje,  reduce la importancia de lo que sí la tiene (como la fuga de cerebros) aviva conflictos medio apaciguados (como el de “educación para la ciudadanía” ), genera otros nuevos (cambiando los temarios de oposiciones, asociando a los socialistas con “protestas violentas” por los recortes), etc. Un señor que hace méritos atizando el fuego desde el lugar menos indicado, el Ministerio de Educación.
 
Hará buena a Lucía Figar, la Esperanza de la comunidad educativa.

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